Vengo a decirte que te tengo calado hasta el fondo. Me sé cada uno
de tus movimientos, sé lo que vas a hacer y como lo harás. Sé
cuando vienes a quedarte o a jugar. Sé las palabras que dirás en
cada momento. Pero aún así, me sorprendes siempre, aun así me
dejas con la boca abierta, aún así me jodes, me hundes hasta
hacerme llorar. Porque verás, te quise y te he querido hasta la
última palabra que me dirigiste. Se podría decir que he estado
perdidamente enamorada de ti. De tu sonrisa, de tu forma de hablarme,
de hacerme reír, de animarme con solo saludarme. A veces echo de
menos todo, no lo niego, pero campeón soy todo orgullo y ego, y
prefiero no hablarte a que juegues conmigo. Esta vez las cenizas se
las llevó el viento. Sé lo que valgo y lo que merezco y tú no me
llegas ni a la suela de los zapatos. Ahí te quedas. Con tus
promesas, con tus mentiras, con tus cambios de humor Y CON TUS
CUERNOS.