Hoy vengo para darle una vuelta
completa a tu juego.
Me has echo daño, pero ahora estoy sonriendo.
Yo tengo el dedo en el gatillo. Te lo dije, lo prometí. Las cosas
van a cambiar, a mi gusto, sí. Te voy a demostrar como fueron las
cosas en mi pellejo y mientras tú lloras, yo voy a soltar una
carcajada por cada lagrima que derrames.
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