Eres
como el tabaco. Te pruebo sabiendo que vas a ser malo para mi,
continuo a tu lado con la escusa de que ''te puedo dejar cuando yo
quiera''. Pero no es así, cuando quiero ya no puedo. Soy adicta a
ti. Y cuando estoy en un proceso de desintoxicación, vas y apareces
de nuevo, permitiendo que te de caladas de vez en cuando, haciendo
que mi adicción a ti aumente.
Me
voy dando cuenta que no puedo vivir sin tus ''te quiero'', sin tus
largos poemas, sin tus comentarios que me dejan sin palabras... Sin
tu nicotína, sin tu alquitrán, sin tu fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario