Odio septiembre.
Septiembre es aquel momento del verano donde te das cuenta de todas las cosas que han cambiado en esos dos meses de julio y agosto. De que hay cosas que no valían tanto la pena y otras que se merecían una segunda oportunidad. También es el momento de algo inevitable, la despedida. Ese momento por el que todos pasamos y que a pesar de estar teóricamente concienciados del momento, nos deja una sensación amarga. Nos cuesta separarnos de aquella persona que nos saca de casa a las 5 de la tarde, -pero que a pesar de quejarte de ese calor inhumano que decías estar pasando, te gusta-, que te sacaba de quicio por sus manías -pero te gustaban por ser suyas-. A quien intentabas picar, y al final acababas picándote tú mismo y con quien pasabas viendo las estrellas por la noche a las 5 de la mañana.
Pero por desgracia, si el final es triste, significa que ha sido bueno.
Oh wow, lovely.
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