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sábado, 27 de diciembre de 2014

Missing

Y ella cerró la puerta de un portazo, tenía que irse, sentía la necesidad de verlo en persona. Sus sentimientos hacía él no habían cambiado pero él no se encontraba bien, tenía ira y malos pensamientos. Ella andaba apresuradamente hacia la casa de él cuando, de repente, se paró y decidió esperarlo en un lugar que sabría que tarde o temprano lo encontraría. Le daba miedo atravesar aquel sitio oscuro y lleno de matorrales solitarios. Él esperaba que llegara a su casa y al ver que se retrasaba se empezó a asustar, empezó a pensar en todas las cosas horribles que le había dicho por estar enfadado y se arrepentía muchísimo, la quería, más que a nada en el mundo y se sentía idiota. Empezó a desesperarse al ver que no llegaba y salió a buscarla, ella no tenía el teléfono encima entonces era más difícil saber cómo se encontraba. Después de andar un rato, la vió parada al final de la calle, la misma chica de siempre, a la que había abierto sus sentimientos y dado todo su cariño. Se sintió aliviado y corrió hacia ella con las lagrimas saltadas.


 Ella tenía expresión triste y esperaba que él en cuanto llegara hacía ella le hablaría en tono enfadado y seguiria hacia adelante diciendo que tiene prisa. Pero no, en cuanto él susurro sin apenas voz "Creía que te había pasado algo pff menos mal" y la besó y la abrazó, ella se sintió feliz y le cayeron lagrimas y solo le salió decir "Te quiero". Para él esas palabras eran más que suficientes. Ambos sabían que se querían, que a pesar de cualquier bronca si se miraban a los ojos y se les pasaba, sentían que era esto lo que querían en la vida. La vida es simple, un momento tonto a la vista de los demás puede cambiarle la vida a alguien o puede alegrarle al menos, sentir que vives por algún motivo y ese motivo lo has encontrado en otra persona.




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